Triste, abatido, hundido, desesperado, atacado.....
Es increíble como te puede cambiar la vida sin darte cuenta y esa impotencia que se convierte en rabia y después en pena y que va cambiando en décimas de segundo y no se puede controlar.
La sensación que tengo de abandono total de querer luchar por tu amor y no poder hacerlo me desespera, el no poder comer, las imágenes se me amontonan en mi cabeza y las preguntas sin respuesta me atacan directamente al corazón.
BUFF... No puede terminar así, no puedo seguir sintiendo que todo ll que pueda hacer por que sigamos viajando juntos en este viaje sea como intentar pasar una pared.
Te necesito, más de lo que podía imaginar.
Empezamos este viaje en una furgoneta destartalada con las ventanillas rotas por donde se iban volando cosas... La cambiamos por un coche deportivo para poder llegar más rápido y no supe manejarlo y aunque tu lo conducias muy bien te pedí cambiarlo por otro modelo, ahí estuvo mi gran error, accediste a cambiar nuevamente de vehículo y nos hicimos con un utilitario que nos daba más libertad y aunque tu no viajabas cómoda decidiste continuar viaje, el coche no era bueno y lo sabias y me lo decías pero no te hice caso. Cuando por fin nos hicimos con un monovolumen y parecía que el viaje lo haríamos sin problemas el coche se rompió y estar parado en este desierto sin saber si tiene arreglo me desquicia.
El no poder ver tus ojos que me digan que sienten de verdad me mata.
No poder olerte, abrazarte, besarte... Me destroza minuto a minuto.
Te quiero como nunca he querido a nadie y tu eres el motor que encaja en mi nunca podré tener otro que no seas tu.
Siempre serás mi prinSesa
No hay comentarios:
Publicar un comentario